El Castillo de Atienza se eleva sobre esta pequeña villa guadalajareña, asentado en una muela de roca caliza; en la actualidad solo se conservan la torre del homenaje y algunos lienzos del muro, pero las vistas que ofrece hacen de la visita una experiencia única. Levantado sobre una fortaleza natural de roca, se denomina “castillo roquero“, sobrenombre por el que es conocido en la comarca.